top of page
Nombre JacintioNombres.png
Jacinto 1Jacinto y la cámara con la propaganda.png
Jacinto 1Jacinto y la cámara con la propaganda.png
Jacinto 2Jacinto en la peregrinación.png
Hoja 5Logos.png
Hoja 3Logos.png
Hoja 2Logos.png
Flor 6Flores_edited.png
Hoja 3Logos.png
Flor 6Flores_edited.png
Hoja 5Logos.png
Hoja 5Logos.png
Hoja 4Logos.png
Hoja 2Logos.png
Hoja 5Logos.png
Hoja 5Logos.png
Hoja 2Logos.png
Hoja 4Logos.png
Mata 1Flores.png

Las fotografías de Jacinto Constante

Dos años le costó a Jacinto Constante tomar la decisión que le cambiaria la vida. Culminada la secundaria, se enlistó en la guerrilla y por más de 10 años aprendió empíricamente a tomar fotografías con fines propagandísticos.

Al interior de Comunes siguió aprendiendo del ecosistema de las comunicaciones. En los espacios territoriales donde ejerció, continuó instruyéndose en la fotografía. Marcos Guevara, otro firmante del acuerdo que estuvo en la peregrinación, vio sus fotografías y le propuso la idea de formar el colectivo.

 

Compartieron ideas sobre lo que representa la fotografía y la idea de formar el colectivo de firmantes fotógrafos se empezó a materializar. Constante aceptó hacer parte y con la ayuda de Gina Parra se terminó de pulir la idea. Otros fotógrafos de las regiones fueron contactados y se adhirieron al colectivo. Es así como Constante participó en el nacimiento de Miradas. Crearon un perfil en Instagram, en el cual empezaron a publicar sus piezas. 

 

Tiempo después se realizó un taller de fotografía en Tierra Grata, Cesar, con la participación de fotógrafos reconocidos en el ámbito nacional e internacional, como Jesús Abad Colorado y Federico Ríos, en el que se tomaron fotografías y grabaron un minidocumental titulado “Miradas”.

 

El estilo que él maneja al momento de capturar fotografías lo describe en “retratar solidaridad”. Expresiones que reflejen eso, alegría, humildad y esperanza. Por ejemplo, tomarles fotos a las personas cuando terminan de construir sus propias casas o hijos ayudando a sus padres en la cosecha son situaciones gratificantes. “Esas fotos siempre van a marcar diferencia, y eso es lo que yo logro”, afirma.

 

Constante considera que por medio de la fotografía es posible lograr la paz. El punto de partida es dando el ejemplo: “la paz se logra hablando menos y haciendo más; hay mucha gente que dice que quiere la paz, pero solamente hablan. Hay que hablar menos y hacer más cosas, porque hay mucho por hacer”. Gracias a la magnitud generada al contar historias o visibilizar proyectos por medio del lente, la paz puede lograrse.

 

El camino sigue siendo estrecho, los perjuicios aún no se erradican, pero las ganas de contribuir a la paz por medio de la fotografía siguen siendo los motores para Constante y el colectivo. Haciéndole honor a su apellido, él ha sido constante en la búsqueda de la paz.

Jacinto 3Jacinto con su diploma.png
Mata 1Flores.png
Mata 1Flores.png
Hoja 2Logos.png

“Cuando haya la oportunidad, estaremos ahí con la fotografía”.

Hoja 5Logos.png

La primera cámara que tuvo fue la SonyHandycam, en 2006. Al inicio, no sabía nada acerca de su manejo, pero gracias a los talleres de fotografía a los que asistió, encontró la manera de capturar momentos con ella. Se empezó a destacar con sus fotos, por lo que fue dotado paulatinamente con cámaras modernas.

 

La inexperiencia inicial con las cámaras generaba que en algunos momentos se dificultara el trabajo colectivo. En primer lugar, “lo que pasaba muchas veces en otras partes y en la unidad de uno mismo era cuando había camaradas que tomaban varias fotos y no las guardaban bien”, explica. También, en los escenarios de confrontación cuando el Ejército se quedaba con las bolsas en las que guardaban las cámaras, memorias, tarjetas y micrófonos; el contenido producido se perdía para siempre y tocaba detener la producción mientras se comparaban nuevamente los insumos.

 

A mediados de 2012 inició un suceso histórico. Mientras el frente miraba el canal TeleSur en televisión, fueron espectadores de la noticia del inicio del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las FARC. “Cuando ya arranca todo lo del proceso, nosotros nos enteramos y eso fue una locura”, recuerda. Al momento de conocer los diálogos, se pusieron manos a la obra en todo lo necesario para producir videos, realizaron revistas con una línea editorial enfocada en el proceso, descargaron videos de archivo en DVD, entre otros.

 

La curiosidad se incrementaba y todos los camaradas querían estar sentados en la mesa de negociación de La Habana. Un día Constante se acercó a su comandante para que le diera alguna información de los acuerdos, dado que él estaba al tanto de todo lo que ocurría.

 

-Camarada, ¿y eso qué? ¿qué pasa por allá? - preguntó. El comandante sólo se rio, porque no tenía órdenes de comunicarles ninguna información.

 

- ¿Qué hay que hacer? - volvió a preguntar Constante.

 

-Hay que trabajar, hay que ponerse a trabajar, hay que ponerse a capacitar, hay que entender lo que es paz- le respondió el comandante.

 

Tanto para Constante como para los combatientes los acuerdos de paz significó un momento de alegría. La expectativa de ellos era alta, debido a que después de muchos años podían volver a la sociedad e informar los valores y principios de su lucha sin la necesidad de usar armas.

 

Luego de cuatro años de diálogos, en 2016, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, y el líder de las FARC, Rodrigo “Timochenko” Londoño, estrecharon sus manos y firmaron el acuerdo en el teatro Colón. Constante se quitó el uniforme, abandonó los campamentos e hizo parte del Consejo Departamental del partido Comunes, siendo responsable de la comunicación externa del partido en las zonas aledañas a Popayán.

​

​

El asesinato de dos excombatientes generó que varios excombatientes se juntaran e hicieran un llamado a parar la violencia. La iniciativa fue “La peregrinación nacional por la Paz y la Vida”, realizada en octubre de 2020. Aquel evento fue la raíz de lo que, a futuro, sería el surgimiento del Colectivo Miradas. Constante no participó directamente en el encuentro, sino que prefirió editar y publicar los videos grabados ese día para tener un registro audiovisual en el partido.

Hoja 5Logos.png

Con el paso del tiempo, Constante se fue enganchando más en la comunicación. “Uno se da cuenta de que, por medio de la comunicación, la propaganda, uno puede también luchar, aparte de lo que nosotros nos tocaba por la vía armada”, cuenta. Además de la fotografía, también trabajó en emisoras, redactando comunicados de prensa, grabando y editando videos. Todo esto para visibilizar los valores y objetivos de la política de las FARC y desmintiendo lo que se creía que ellos realizaban. 

Hoja 5Logos.png

La filosofía revolucionaria estuvo intrínseca en su familia y en el entorno de su crianza. A medida que cursaba la primaria y la secundaria, Constate fue cercano a sus primos, a quienes llamada “rebeldes y revolucionarios”. Luego de las clases, él frecuentaba espacios estudiantiles en los cuales le empezaron a atraer los temas de insurgencia y rebelión.

 

Culminada la secundaria y por lo aprendido en los consejos estudiantiles, él quiso participar en una guerrilla. En Ecuador, su tierra natal, no había presencia de colectivos ni movimientos que se dedicaran a eso, por lo que supo que para hacerlo tendría que buscar al otro lado de la frontera. Junto con algunos compañeros, supieron que en Colombia ejercían dos grupos guerrilleros: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

 

A él le llamó la atención la ideología de las FARC, por lo que pensó en enlistarse. Reflexionó por dos años sobre la decisión de irse al movimiento. No fue una elección rápida ni sencilla. Para su familia era algo fuera de lo habitual, debido a que en su país no había presencia subversiva. “Duré un año diciéndole a mi mamá y a mi papá que me iba”, rememora Constante al explicar que más de una vez les avisó que se iba a enlistar.

 

-Me voy, y por la tarde no me van a ver – dijo Constante a su madre el día que se fue a Colombia.

 

-Bueno, así nos estás diciendo hace harto tiempo – respondió la madre.

 

-No, en serio, hoy ya me voy- fue lo último que él le dijo a su madre en mucho tiempo.  

​

 

Durante sus años como combatiente estuvo realizando principalmente labores de comunicación y propaganda, aunque aprendió otras actividades. Constante se instruyó en ranchar (cocinar), hacer guardia, realizar primeros auxilios, enfermería y talabartería (actividad que constaba en coser su pechera y chaleco para combatir), pero se destacó en la comunicación.

 

En los campamentos levantados en las selvas del sur, su superior le ordenó asistir a un curso de computación para pulir lo que ya sabía. Por la responsabilidad y confianza que demostraba en el frente, le permitieron trabajar con otros aparatos aparte de la computadora.

 

Constante trabajó con radios de banda HF (frecuencia alta o de onda corta) y con cámaras. Al saber manejar estos dispositivos, él tenía los recursos suficientes para realizar piezas y productos propagandísticos. Las fotografías tomadas por él eran expuestas en las reuniones que se llevaban a cabo con las juntas de acción comunal, las cuales eran el modo por el que el movimiento le informaba a la gente los fundamentos de su lucha y generaba confianza con ellos.

Constante tomándole fotografías a las piezas de propaganda

Constante en la peregrinación

Constante con su diploma del taller de Tierra Grata

Flor VerdeLogos.png
Flor VerdeLogos.png
Flor VerdeLogos.png
Flor VerdeLogos.png
bottom of page